"SER MÁS, VALER MÁS PARA SERVIR MEJOR."

lunes, 24 de octubre de 2011

Los 10 años de la Comunidad de Milagro

Queridos Hermanos:

Parece que fue ayer cuando Monseñor Juan Larrea, que Dios lo tenga en su gloria, me decía que había decidido nombrarme párroco en Milagro. Yo no tenía casi ni idea de la ciudad, porque apenas si conocía la zona por la que hay que cruzar para tomar la vía a Naranjito ( pa’ comer fritada). Y sin embargo estaba convencido de que era la voluntad de Dios, manifestada a través del obispo, lo que me llevaba hacia aquel lugar.

Cierto que me hacía mucha ilusión pensando en cómo sería, porque dicen que para un sacerdote la primera parroquia es como el primer amor. Me iba construyendo la parroquia de mis sueños con mucha gente contenta, muchas comuniones, muchos grupos trabajando en concordia, etc, etc. Pero esa era la meta, no es que yo pensaba encontrarlo todo ya hecho.

Es verdad que el panorama inicial no fue tan consolador. Había mucho por hacer, pero es verdad también que encontré una comunidad dispuesta a todo y con muchas ganas de trabajar. Hombres y mujeres que me recibieron con alegría y que enseguida se pusieron a las órdenes. Sólo había algo que me preocupaba y es que entre tantas personas los jóvenes prácticamente estaban ausentes. Se los podía contar con los dedos de una mano y te sobraban. Así que no era posible quedarse de brazos cruzados ante semejante debilidad de la parroquia.

Ni corto ni perezoso hice una invitación a los pocos jóvenes que vinieron a Misa el domingo. No recuerdo bien, pero me parece que asistieron cinco, entre ellos recuerdo a Paulino Aguayo, el vecino de la casa parroquial. Ellos se mostraron interesados en la propuesta de iniciar Jarcia en la parroquia y ese fue el principio de la aventura.

Había que tener en cuenta que mi situación ya no era la misma. Como párroco no podía dedicarme en especial a ningún grupo o movimiento puesto que eso podría haber causado división. Así que el siguiente paso fue hablar con los provinciales en Guayaquil y pedirles la ayuda necesaria. Y fue así que llegó a éstas tierras milagreñas Javier Ochoa, quien en aquel tiempo era postulante, para coordinar Cristo del Consuelo. Lo siguieron un poco más tarde Ginger Villalá, David Brunis y Marcos Mendoza. Ellos fueron los gestores de las tres primeras zonas de Milagro, que más tarde se convertiría en provincia.

Desde aquel entonces han pasado ya 10 años. Mucha juventud milagreña ha recibido y también ha aportado en la comunidad. Algunos ya no son parte de ella, pero los recordamos con cariño y conservamos su amistad, sin perder la esperanza de que algún día regresen. Otras zonas se han fundado y nos han permitido ser más misioneros. Algunos de nuestros hermanos ya hecho su opción vocacional. La comunidad sigue madurando, sirviendo y produciendo frutos.

Hoy me pregunto cómo será Jarcia Milagro dentro de 10 años y la verdad es que no me lo imagino, pero me atrevo a decir que será más y valdrá más, porque nunca se ha cansado de servir y ha procurado hacerlo cada vez mejor.

Le doy las gracias a Dios por haberme permitido ser parte de vuestra historia y les agradezco también a ustedes por el afecto que siempre me han brindado. Saben que siempre pueden contar conmigo para lo que sea menester (por ahora sólo con mis oraciones hasta que regrese de Roma).

Siempre Mar Adentro y hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos … ustedes

1 comentario:

  1. gracias Padrecito por lo que empezó siendo un sueño y ahora es una realidad palpable....

    ResponderEliminar