"SER MÁS, VALER MÁS PARA SERVIR MEJOR."

martes, 4 de octubre de 2011

Comunidad familia - Viviendo en Jarcia

LA FAMILIA ECLESIAL

Nadie, en su sano juicio, se atrevería a menospreciar el valor de la familia. Es la Iglesia doméstica, la base de la sociedad y el punto de referencia para todos los seres humanos. Pero tampoco podemos negar que la familia se puede achicar o agrandar. Cuando algún miembro de la familia se va o muere todo el núcleo se debilita, de ahí que sea siempre conveniente que la familia crezca. Hacer crecer la familia es un objetivo importantísimo, pero siendo tan importante mantener la concordia y la unidad del núcleo se debe tener el máximo cuidado y saber a quién dejamos entrar en nuestras vidas.

Ya desde muy joven pude comprender que el mejor lugar para desarrollar la familia, es decir, para encontrar nuevos “familiares” es la Iglesia. Desde mi adolescencia pude experimentar lo que significa el amor cristiano, el cariño fraterno. La comunidad parroquial, cultivada y unida a Cristo, se convierte en una familia agrandada, alargada.

Sabemos, por el testimonio que nos dejaron los apóstoles en el libro de los Hechos, que los primeros cristianos se amaban como hermanos. Y que conste que no hablo de “ñañerías” sino de auténtica fraternidad. Las primeras comunidades eran como grandes familias en donde se compartía todo: el Evangelio, el pan, las alegrías y las tristezas.

Cierto que, aparte de la Sagrada Familia, no existe una familia perfecta. Somos pecadores y por ende débiles e imperfectos. Sin embargo Dios nos llama a vivir en comunidad, a ser Iglesia y a dar testimonio de fraternidad en el mundo. 

Si aún no han vivido la experiencia, los invito a acercarse a su parroquia, a integrarse en una comunidad cristiana. Si ya son parte de una de ellas métanle ganas y no se desanimen ante las dificultades, pues también las tenían las primeras comunidades. Vale la pena luchar por la familia y lo vale también cuando se trata de la familia eclesial.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos … ustedes

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