"SER MÁS, VALER MÁS PARA SERVIR MEJOR."

viernes, 11 de mayo de 2012

Evangelizar el Oikos - Ser misioneros "ad intra"

La palabra oikos pertenece al griego antiguo y se refiere al ambiente familiar, al hogar, al espacio en el que se desenvuelven las actividades cotidianas. Como jarcianos estamos llamados a ser misioneros en nuestro propio lugar, donde compartimos el tiempo y el espacio cotidianos, anunciar el Evangelio a quienes tenemos más cerca.

Evangelizar a través del oikos nos lleva hacia nuestros parientes, nuestros vecinos de casa, nuestras colegas de estudio o trabajo y quienes comparten nuestros mismos intereses. Hacia ellos hemos de dirigir nuestro empeño, nuestro celo pastoral.

Muchos pueden argumentar que es muy difícil y que Jesús mismo dijo que sólo es en su tierra es despreciado el profeta, pero nosotros sabemos que la Nueva Evangelización nos exige evangelizar ahí donde estamos y a quienes tenemos más a mano.

Es verdad que evangelizar a través del oikos es un desafío. Nos exige ser radicales en nuestro testimonio de vida, porque si nuestra predicación no es confirmada con nuestras obras, no será escuchada. Pero también es cierto que la cercanía y la familiaridad hacen que los destinatarios de nuestro apostolado, al identificarse con nosotros, estén más dispuestos a acoger el anuncio.

Para que nuestra evangelización a través del oikos sea efectiva no se pueden descuidar dos elementos claves: la intercesión y el amor sincero. El anuncio del Evangelio comienza de rodillas. Somos instrumentos del Gran Pescador y por eso es esencial que nos dejemos guiar por Él. Y a través de la oración hemos de interceder por aquellos a quienes hemos sido enviados, a quienes debemos acercar a Cristo. Siempre los pescadores, antes de adentrarse en el mar, ponen en orden las redes. Si los instrumentos no están bien dispuestos, la pesca no será exitosa. Nuestra oración alcanzará los dos objetivos, es decir, abrirá nuestros corazones y los de quienes nos escucharán a la gracia de Dios, a Cristo mismo.

Lo segundo es consecuencia de lo primero. Lo único que nos debe mover a evangelizar es el verdadero amor, a Jesús y al hermano. Sólo así será un auténtico servicio, fruto de la caridad. Sólo así el hermano descubrirá en nuestras acciones y palabras, la obra de Dios.

Lo mejor de evangelizar a través del oikos es que se puede hacer todos los días y no necesitas movilizarte porque ya estás ahí. Así que manos a la obra y rodillas también. Buena pesca !!!

Siempre mar adentro.

P. Cèsar Piechestein

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