Aquí cabe hacer la
pregunta: ¿Qué es la Misa?, la respuesta es muy sencilla, es una fiesta. Ja ja
ja… esperaban una respuesta más profunda, pues no, las cosas hay que mirarlas
con la sencillez de los niños y como bien lo dice la canción: “La Misa es
una fiesta muy alegre, la Misa es una fiesta con Jesús, la Misa es una fiesta
que nos une, la Misa es una fiesta con Jesús”. Si de verdad
analizáramos la letra de esta canción encontraríamos todas las verdades de Fe
que necesitamos para entender por qué tenemos que ir a la Misa a participar de
ella y no solo a escucharla. Entonces ¿en qué consiste participar realmente?
Basándonos en que
la Misa es una fiesta, nace la primera muestra de que vamos a participar: LA
VESTIMENTA, y es que no vamos a una fiesta como nos da la gana, buscamos
nuestra mejor ropa, nos bañamos y peinamos, en una palabra, nos ponemos
“elegantes”. Entonces ¿por qué a Misa vamos en shorts, bermudas, mini faldas,
blusas de tiritas, con gorra, despeinados y algunos hasta con un olor que de
verdad es una penitencia estar junto a ellos?. No hay excusas así sean niños,
jóvenes o adultos, todos debemos ir dignos y bien vestidos. Mis hijas (5, 3 y 2
años respectivamente) me preguntaron hace poco: “¿mamá por qué nos pones
guapas para la Misa?”, a lo que respondí: “porque vamos a una
fiesta”.
La siguiente muestra
de que vamos a participar es: LA PUNTUALIDAD, ¿cuántos de nosotros
llegamos tarde cuando nos invitan a una fiesta o reunión?. Espero que
ninguno, porque eso es una gran falta de respeto. Pero a la Misa si llegamos
cuando nos da la gana y ni siquiera somos discretos o prudentes, sino que
encima llegamos haciendo bulla y provocando distracción.
Otras muestras
importantes de participación son: RESPONDER A LAS ORACIONES QUE HACE EL
SACERDOTE Y CANTAR, ¿qué nos cuesta decir Amén, o rezar el credo que
es nuestra profesión de Fe?, no se nos va a caer ningún diente, ahora
hay que ver también si no será que algunitos no se saben las oraciones. Con lo
de la cantada dirán, pero que vergüenza, cantar yo, ni loco; esos mismos son
los que cantan desentonadísimos en los karaokes sin ningún reparo. Hagamos que
nuestros hijos canten, decimos que son nuestros angelitos, entonces que un coro
de ángeles cante en cada Misa. La alegría de las fiestas es la música y
por eso que hay que demostrar nuestra alegría cantando.
Por último y la más
importante muestra de participación: LA COMUNIÓN O EUCARISTÍA, por eso
la Misa se llama Eucaristía, porque el centro de la misma es Cristo vivo y
presente, que se nos brinda con y por amor; es a través de la Oración y la
Comunión (como la palabra mismo lo dice: común-unión) que la Iglesia Universal
se une, es aquí donde se hace real y tangible la palabra “hermanos”.
Comulguemos, que nuestros hijos nos vean comulgar, para que así aprendan a amar
a Jesús Eucaristía, recuerden que “nadie ama lo que no conoce”. ¿Para
qué vamos a una fiesta si no vamos a disfrutar del banquete?. ¿Por qué vamos a
la misa y no disfrutamos del banquete que es la Eucaristía?
Espero haya dejado
en claro estas grandes diferencias, y esto nos ayude a hacer un “mea culpa”
de nuestras actitudes frente a la Misa. Quisiera pedirles que desde hoy
empecemos a participar más de la Misa o Eucaristía; grandes y pequeños, para
que así podamos convertirla en Vida y entonces ya no será una obligación o
rutina de domingo, sino que durante toda la semana viviremos la alegría de esa
fiesta y la compartiremos con los demás, anhelando llegue pronto ese día para
encontrarnos con nuestros hermanos y con Cristo mismo para volver a celebrar
esa fiesta, hasta que algún día podamos celebrarla en el cielo cara a cara con
Dios.
Unidos
en la alegría del servicio ;o)
ALITA.
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