-Tengo mucha sed, y quiero descansar,
-Siéntate niñito en este jardín mientras agua te doy y me cuentas a dónde vas.
-Yo vengo de un lugar que tú conocerás, dónde no hay maldad y todos aman sin igual. Entonamos canciones, contamos estrellas, jugamos sin parar, no hay noche ni soledad, todo es alegría una felicidad completa.
-De qué hablas niñito, ¿acaso el Sol te hizo mal?, que sueñas con lo que nos espera en la Gloria Celestial.
-Sí, quisiera contarte más, de ángeles que verás pasar, grandes y pequeños con una belleza sobrenatural.
-Si no estás deprisa niñito puedes contarme más, y explicarme ¿por qué dejaste ese lugar tan especial?
-Vine a recordarte que te espero allá, que me alegra que estaremos compartiendo la plena alegría de amar, que no desfallezcas acá, que tu nostalgia desaparecerá y tus lágrimas se convierten allá en una dulce melodía ante el Padre Celestial.
-Antes de continuar recordando a los demás lo que les espera en la recta final, dime tu nombre, niña bonita, dime cómo te llaman tus amigos.
-Yo soy Teresita del Niño Jesús
-Y tú ¿quién eres niñito? Dímelo antes de que partas ya!
-Yo soy Jesús de Teresita.
Cristina Franco Cortázar
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